San Isidro Labrador es uno de los patrones de la Ciudad de Madrid.
Cada 15 de mayo la ciudad, junto con sus chulapas y chulapos, se viste con sus mejores trajes para dar color y crear un ambiente de júbilo a Madrid.
Pero ¿por qué San Isidro como patrón de Madrid? Pues muy sencillo, porque es un Santo Madrileño, que vivió en la capital española entre el 1082 y el 1172 en la plaza de San Andrés, en el Barrio de la Latina, lugar en el que hoy se encuentra su museo.
San Isidro Labrador alcanzó su fama gracias a los milagros que realizó, entre ellos encontramos los milagros con el agua, ya que cuando la necesitaba, bastaba una oración para encontrarla, “Cuando Dios quería, aquí agua había”.

EL MILAGRO DEL POZO
Sin duda, el milagro más famoso con el que se le relaciona es el milagro del pozo. Esta historia cuenta que San Isidro había salido, como todas las mañanas, a labrar las tierras de sus amos. Cuando acabó la jordana y se dirigió a casa para encontrarse con su mujer, María de la Cabeza, y su hijo, Illán, encuentra a esta llorando desolada en la puerta de la casa. María le cuenta que su hijo se había caído a un profundo pozo de agua y a Isidro, con la noticia, se le da la vuelta el corazón y comenzó a llorar. Pero, sin perder tiempo, Isidro se dirigió al pozo con su mujer de la mano, se puso de rodillas junto a el y comenzaron ambos a orar. En ese momento el pozo comenzó a subir el nivel del agua hasta que se desbordó, trayendo al pequeño de vuelta a la superficie, totalmente ileso. Los tres se fundieron en un caluroso abrazo lleno de ternura y respiro para los padres.
El pozo del milagro aún puede encontrarse en el Museo de San Isidro Labrador o Museo de los
Orígenes de Madrid.
LAS FIESTAS DE SAN ISIDRO (15 DE MAYO)
Por milagros como el que les acabamos de contar, San Isidro pasó a convertirse en Santo y Patrón de Madrid. Por eso, cada 15 de mayo, el día que fue beatificado, los Madrileños y Madrileñas, los chulapos y chulapas, con claveles y mantón de manila, se reúnen en la pradera en la que abrió su fuente milagrosa, La Pradera de San Isidro.
Allí se reúnen familias completas y amigos para disfrutar de las gallinejas y las dulces rosquillas de San Isidro: las Listas y las Tontas.